lunes, 3 de diciembre de 2012

Mamá, hay un Tolkien en mi sopa



Llego a mi casa con un nuevo videojuego. Promete horas de diversión y rol del bueno en un mundo fantástico y único. Lo instalo. Soy Arnod, un soldado al servicio del emperador dispuesto a descubrir y sorprenderme a cada paso que dé de ahora en adelante. Desembarco en la ciudad y después de un tiempo de adiestramiento, no exento de sorpresas me encuentro con mi primer compañero: Un enano barbudo, pequeño pero robusto, experto en el manejo del hacha y un poco gruñón. No sé, es como si ya le hubiese visto en alguna parte. Más adelante llegamos a la ciudad oculta de los elfos. El enano dice que son mala gente, traidores y no sé qué más, pero resultan ser agradables; Viven en los árboles, son afines a la magia y expertos arqueros… Y me dejan una sensación de deja vu. Me hablan de una enemistad antigua con los enanos debido a guerras ancestrales y que me ande con cuidado con los orcos, que son muchos y muy malos… No sé, no sé. ¿Dónde he oído yo todo esto? ¿Porqué me da la sensación de que estoy jugando al juego de siempre pero con mejores gráficos? Finalmente lo desinstalo y lo guardo en el cajón más profundo del mueble más feo del cuarto más oscuro de mi casa. Y es que cuando la palabra fantasía y la palabra tópico van juntas… mala cosa.



Y a eso voy. Cuando tenía 12 años apareció por mi casa un libro llamado “El Hobbit” que me llamó la atención. Le pregunté a mi padre y me dijo que iba de “Un duende raro al que vienen a buscarle unos enanos”. No lo leí.  Definitivamente, mi padre no es la mejor persona para recomendar un libro. Unos años después me recomendaron “El señor de los anillos”, esta vez bien, así que lo leí y me encantó. Desde entonces comencé a devorar los libros de fantasía con ansia, encontrándome con mundos originales, diferentes y otros que, porque no decirlo, eran burdas copias de otros.
JRR Tolkien, un señor claramente imaginativo.





















Vamos por partes:  Me gustó “El señor de los anillos”, pero no me gusta Tolkien. He intentado leer “El Hobbit”, “El Simarilion” y algunos más, pero en vano. El hombre me parece que era mejor poeta que narrador, pero bueno, para gustos colores y de lo que no cabe duda, es que si el hombre viviera, podría limpiarse el culo con las gafas de Bill Gates (económicamente hablando, claro). Hay grandes novelistas por ahí que han creado mundos originales y únicos; Tenemos a Terry Pratchet y su Mundodisco (que es medio en broma, vale, pero eso conlleva que es medio en serio también) o a Michael Moorcock  (Miguel Penedemoro en español) con sus Reinos Jóvenes y la saga del Campeón Eterno. Y eso por nombrar solo algunos. Hay cientos de miles de mundos originales y únicos pero parece que cuando alguien busca inspiración, siempre acude al viejo Tolkien.
Michael Moorcock, claramente más imaginativo que el de arriba.



Y eso no es malo. Yo soy el primero que prefiere copiar a inventar, pero hay que cuidar los detalles. En los juegos de rol de fantasía medieval tenemos ambientaciones puramente Tolkenianas como las de los Dungeons&Dragons y otras más originales, quizás menos conocidas como es el caso de Glorantha. Analicémoslo:  En Glorantha hay elfos, vale, pero son seres vegetales, algo autistas a ojos humanos y que no tienen reparos en aniquilar a todo quien penetre en sus dominios; Los enanos en el otro extremo están convencidos de que son máquinas construidas por su dios para realizar un trabajo concreto; Viven solo para trabajar y sus funciones fisiológicas quedan relegadas a un segundo plano, comiendo comida enlatada y durmiendo lo justo; De hecho, la reproducción sexual les parece algo repugnante y tan ajeno, que necesitan de la supervisión de un experto en la materia. Son elfos, son enanos, vale,  pero son diferentes, y eso hace especial a una ambientación.
Greg Stafford, claramente el más imaginativo de todos.



Actualmente los videojuegos son los que más están calando en la juventud y como no, no se escapan de los cánones del señor Tolkien. La gran mayoría de juegos muestran lo de siempre, con algunas excepciones, claro está, que merece la pena destacar. El Arcanum, del que ya hablé en su día nos muestra un mundo en el que elfos y enanos se odian, pero no por guerras ancestrales sino porque los enanos están desarrollando una tecnología que interfiere en la armonía mágica del mundo. Los elfos odian a los enanos por joderles la vida y los enanos no entienden como esos bichos retrógrados no aceptan el progreso. Son detalles. Son variaciones del mismo tema, pero le dan color. Sin dejar el mismo juego, en Arcanum los orcos son numerosos, fieros, verdes y estúpidos, pero les gustaría poder vivir en las lujosas ciudades humanas. Por ello buscan trabajo en las novedosas fábricas que florecen por doquier, siendo explotados como mano de obra barata y prescindible. De hecho en un punto del juego aparece un orco sindicalista dispuesto a luchar contra la explotación y por los derechos de su pueblo. Eso es un detalle interesante.

Las diferentes razas de Tolkien están muy bien, pero son demasiado humanas; Cada una con sus matices, pero humanas. ¿Por qué no son capaces de entenderse  entonces? Quizás sea esa la clave de su éxito: No tener matices complejos, no tener diferencias notables más allá de la apariencia y lo superficial. Quizás Tolkien era un genio o puede que un soso, pero la cosa funcionó y sigue haciéndolo. Por eso a día de hoy no soporto encontrarme con más de lo mismo. No es tan difícil conseguir un efecto de originalidad dentro de un mundo de fantasía más o menos convencional. Pero no. Hay quien va a lo fácil, a lo Tolkien, en busca de la fórmula que se sabe que funciona, cual Bustamante y Bisbal. Y eso da un poco de pena.

4 comentarios:

  1. No te metas con Tolkien! Yo sí me he leído casi todo lo legible de él más de media docena de veces. XDD!! Ten en cuenta que antes de él, solo estaban Conan, los cuentos de hadas, los románticos y poco más. Es como ver el HALCÓN MALTÉS y decir "joer, menudo cine negro más tópico". O LA DILIGENCIA y comentar "Joder, están hasta los indios observando desde el acantilado". Claro, coño! Porque es la obra que define el género y ahí fue la primera vez que pusieron a los indios ahí. Con Tolkien pasa un poco eso.

    Y ahora estoy releyendo a Terry Pratchett, mira tú por dónde. Y me leí algunas (bastantes) cosas de Moorcock en mi juventud (por cierto, a Sasha Grey también le gusta, estaba leyéndolo cuando vino a Madrid, debe ser por el nombre). Y he jugado alguna vez al Stormbringer, y soy de ésos a los que gustó.

    Todos los que citas son estilos muy diversos, pero ten en cuenta que en el caso de Tolkien, no muchos pueden alardear de haber creado un género (o subgénero, por si alguien se pone quisquilloso). Es como el Dashiel Hammet de la literatura fantástica pero con laúd de fondo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me meto con Tolkien, cuidado. Solo digo que a mi (personalmente hablando) se me hizo muy cansino más allá del Señor de los Anillos y algunos cuentos y poemas de sus inicios.
      Lo que me cansina es que en libros, juegos, peliculas y videojuegos se repitan los mismos clichés todo el rato. Que si, que es la obra de referencia por excelencia, pero no costaría tanto (digo yo) invertir un poco más de neuronas para hacer algo minimamente original, como en los ejemplos que he citado.
      Una cosa es "inspirarse en" y otra muy distinta "copiar a". Y lo digo yo que soy muy de copiar, pero claro, no me gano la vida con ello.
      PD: ¿Qué Saha Grey? ¿La actriz porno?

      Eliminar
  2. Sip. Hace tiempo ya que está haciendo cine convencional. Tiene fama de ser bastante inteligente, y el periodista que fue a entrevistarla vio que dejaba un libro que se estaba leyendo en un rincón. Era de Moorcock. Además el bueno de Moorcock tiene un grupo de música heavy! XD!

    A mí en general no me molesta tanto que se sigan los tópicos si se hace con cierta soltura (DRAGONLANCE)aunque valoro los autores capaces de darle una vuelta de rosca, como Sapkowsky, el propio Martin (no hay elfos? Y qué son los Hijos del Bosque?) de CdHyF y, en videojuegos, cosas como el Dragon Age I, que partiendo de los tópicos se curran algo bastante decente.

    De todas maneras, te aseguro que te entiendo. A mi me gusta Tolkien, pero ahora me lo pienso antes de afrontar el Silmarillon, por ejemplo. El Hobbit, sin embargo, me parece muy asequible y divertido. De todas formas, no pierdas de vista que El Hobbit es de 1937 y el Señor de los Anillos de 1955. El resto de autores que hemos citado son prácticamente contemporáneos, así que si lo piensas, los cansinos en todo caso serán los que copian ahora, no el bueno de J.R.R.

    ResponderEliminar
  3. Por cierto... Alguna vez deberías hacer algún post sobre roleros famosos. Leí alguna cosa y había algunos muy, muy sorprendentes. Incluso por ahí se están currando entrevistas: http://www.laboratoriofriki.com/2012/03/entrevistas-famosos-roleros.html

    No me extrañaría que la propia Sasha jugara. Por ahí he leído que hay hasta fotos de un grupo de actrices del sextor jugando (lo siento, están vestidas).

    Vamos, que la cosa ya no es tan friki ;)

    ResponderEliminar