miércoles, 5 de septiembre de 2012

Tenchu 2: El origen de los asesinos



La segunda parte de Tenchu apareció para la misma plataforma que el primero (la PSX) en forma de precuela, y quiso aprovechar al máximo las capacidades de esta videoconsola, siendo una versión ampliada y mejorada del primero. Desgraciadamente no estuvo a la altura y se quedó como un juego entretenido y nada más al no saber igualar el ambiente oscuro y algo claustrofóbico del primer juego.


Personajes: Además de las versiones jovenzuelas de Rikimaru y Ayame, teníamos un personaje desbloqueable llamado Tatsumaru, una especie de hermano mayor que iba de sobradillo y apenas utilizaba la espada. Una vez más el control de los tres personajes era muy similar, aunque cambiaban los movimientos especiales de muerte sigilosa. Además, cada personaje tenía su propia campaña, coincidiendo algunos escenarios pero siendo exclusivos de cada uno muchos otros.

Misiones: Mucho más abundantes que en la primera entrega del juego y más variadas. Además, incluían elementos tales como la alerta de los guardias al ver cuerpos de compañeros muertos ( y la posibilidad de ocultar los cuerpos para evitar esto). Pero en esencia seguía siendo lo mismo: El sistema de puntuaciones, el modo de juego, etc…

Objetos:  Más y mejor. A los objetos del primer Tenchu se añadían algunos otros, aunque algunos resultaban tan mágicos y fantásticos que hacían que el juego perdiera algo de realismo.

 

 Esconderse y atacar, fundamental para ser un buen ninja.








Extras: Esta vez no había que acceder al editor de niveles de forma “sigilosa” sino que lo encontrábamos en el menú principal. Con él podíamos editar nuestros propios niveles con un poco de paciencia y limitaciones (nada de edificios en los que entrar ni cosas a las que escalar); Era entretenido pero el resultado final no demasiado interesante y además, no permitía jugar a dos personas. También teníamos una serie de misiones sueltas, algo más estimulantes que tenían objetivos muy concretos que cumplir, aunque se alejaban un poco de la tónica del juego.

 


 Un buen ninja no hace distinciones a la hora de cumplir su misión.







Lo mejor: Más Tenchu parta quien se había quedado con hambre del primero. Algunos niveles eran realmente interesantes y otros se limitaban a ser un baño de sangre en el que matar a un enemigo tras otro y nada más. Ocultar los cuerpos era un puntazo.




 El ambientillo diurno y campestre no ayudaba mucho a meterse en el papel.

Lo peor: El ambiente poco conseguido (casi siempre era de día), las voces de los personajes (para doblarlo así de mal valen más los subtítulos) y el terreno demasiado escarpado que hacía que fallaran algunos ataques sigilosos.
 -Cuidado caballero que... uy perdone! Le he dado con los cuchillitos? 
-No pasa nada hija mia, culpa mia.

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